jueves, enero 17, 2008

La irreverencia

Humberto Franzani era (o podríamos decir que es) un abogado famoso, todo un personaje
un hombre refinado y culto. Un hombre de vocabulario amplio, un hombre de historias para recordar.
No hace mucho tiempo, a este gran viejo (padre de una gran amiga de mi madre
la Ana María Franzani, a quien yo quiero mucho), lo operaron de algo y para realizarle
la operación, lo anesteciaron.
La cosa es que la anestesia al parecer les provoca transtornos a los hombres de edad
y al gran Humberto (un gran viejo roble) le vino la irreverencia.
Si lo vieran como es ahora.
La Ana María, que es una tía de lo mas simpática, nos contaba ayer(de manera tragicomica)
todas las andanzas del nuevo e irreverente Humberto. Cabe decir que Humberto ya tiene unos 78 años de edad, por lo que muchas cosas de las que ha hecho, pueden ser consideradas
como vergonzosas, pero yo terminaba encontrandolo maestro.
Un día, me parece que el 1 de Enero, Ana María tenía invitados en su casa, entre ellos
sus suegros, sus padres sus hermanos, sus yernos y amigos y gente.
Ese día en Talca hacia un calor horrible, por lo que Humberto tenía calor.
Entonces a Humberto, no se le ocurrió nada mejor que salir al patio en calzoncillos, maestro.
Obviamente, este acto de rock puro, hizo tensar los animos entre los asistentes
quienes no sabían como actuar, siendo que todo debía tomarse con mucha mas naturalidad.
Luego Humberto se puso a comer brevas que habían sido sacadas de la Higuera horas antes
por lo que estaban en el refrigerador heladitas, y se comió unas 12
y luego se sacó la placa y la lavó en el lavaplatos de la cocina, lo que obviamente nuevamente causó revuelo.
Otro día a Humberto se le ocurrió que debía ir al juzgdo ya que tenía que defender no se que causa y todos estaban vueltos locos. Humberto es obstinado.
Cuando se le mete una idea en la cabeza, debe conseguirla.
Humberto siempre ha sido un hombre extremadamente bueno. Fue aval de mil personas
a las que nunca mas vió por lo que muchas veces tuvo que pagar deudas de gente que no
se merecía de su ayuda.
Es hora de que se le retribuya todo lo que alguna vez entregó.
Humberto siempre fue un Quijote que luchó contra molinos de viento.

3 comentarios:

Carlos Cohl dijo...

Humberto Franzani Presidente

Anónimo dijo...

maestro realmente

Unknown dijo...

mostro. Que alguien saque la cara por los Franzani, digo yo