Los niños van al jardín, los papitos se quedan en la casa y trabajan.
Mis hijos están yendo al jardín. Silvestre ya lleva un par de años yendo
Amapola acaba de entrar. A Silvestre no le gusta ir, se pone triste, quiere quedarse en la casa jugando. Pero luego cuando lo voy a buscar, no se quiere ir. Eso me tranquiliza enormemente.
Amapola se pone a llorar cuando la dejo en manos de la tía. Luego creo que lo pasa bien, es muy chiquitita y recién dejó su tetita asi que doble esfuerzo para ella.
A mi me da mucha pena, algo me pasa con eso, algún recuerdo se gatilla en mi, quizas de cuando a mi me dejaban en el jardín y tambien me daba pena.
La cosa es que hoy me desperté con mucho animo, desayunamos todos juntos. Nos levabtamos y nos fuimos al jardín. En el auto me di cuenta que mi popo iba calladito, como aguantandose la penita.
Cuando llegamos, lo miré y le dije que estaba bien tener penita, su carita cambio, se le arrugo su boquita, y se soltó. Lloró un poquito. Le dije que estaba bien, que nosotros lo queremos mucho y que nos preocupamos que vayan al mejor jardín que podemos permitirnos.
Entramos, a Silvestre lo dejan quedarse con su hermanita en la sala de las guaguitas. Silvestre me dio un beso y me fui. Amapola quedó llorando pero él no. Me quede espiándolos un rato. Amapola tenía su mochila puesta y corria por la entrada. Silvestre la perseguía. Ambos se reian asi que me fui tranquilo.
De todas formas me dio pena y cuando llegue a la casa lloré un poquito. Eso dice mas de mi pena que la de ellos.